Sencillito sencillito... pan de ese que siempre te sobra del día anterior, leche, huevos, ajo, perejil y sal.
Corté el pan como para sopetas (si vuelvo a hacer otra vez, me compraré ese pan que ya venden cortado para migas en vez de tenerlo que cortar yo).
Se pone a remojo en leche un rato.
Después se escurre para quitar el exceso de líquido (yo para que quedase jugosito solo lo colé y jugosito me quedó)
Ahora se añaden los huevos, la sal, el ajo picadito y el perejil... vamos como si fueran albóndigas pero de pobre (en vez de carne, pan)
Y ya está ahora se hacen bolitas (¡ja!)* y se fríen...
* Para hacer bolitas la masa debe tener cierta consistencia, cosa que yo no conseguí, pero esto no es un impedimento, si ésto iba a ser el segundo plato había que hacerlo como fuese, ¿y cómo?, pues a cucharadas, como si fueran buñuelos.
Y así lo hice, ...en vez de huevos tontos me salieron güevos bobos, ¿y qué?, al final no sobró ni uno (y ésto sin chantaje)
No hay comentarios:
Publicar un comentario