sábado, 23 de abril de 2011

Y EL VIERNES...

Las dos cosas que más me gustan del pueblo de mi abuela son, la chistorra y los buñuelos de crema que hace Rosario, una prima de mi padre, que lo mismo te hace un traje que va de aquí para allá con el tractor.

Como es natural yo nunca he conseguido hacer unos buñuelo comibles, o me han salido como piedras o son de masa de bocadito que no es lo mismo... Este año encontré una receta en Recetin.com de unas bolas berlinesas o algo así, pero vamos que no dejan de ser buñuelos de crema.

Así que lo primero preparar todos los ingredientes




Y con eso me quedé porque hacía falta levadura fresca, de panadero, y la mía ya no era fresca, se me había secado en el frigo, así que nada recogí todo y otra vez será.


Pero como estos días he estado cocinillas, pues me discurrí otra cosa... a mi madre se le habían quedado un poco sequillas unas torrijas del día anterior, ¿qué no se pueden comer?... bien chica, ya verás como las animo un poco, y dicho y hecho... Pudin de torrijas.


Las torrijas cortadas a trocitos y a remojo con leche, por otro lado mezclar leche, huevos, azúcar y vainilla y ahora todo junto, la receta ponía que se le podían echar pasas, pero que mala suerte las que yo tengo son con semillas, y para un postre mal rollo, pero ¿cual es la base de cualquier pudin?, pues las sobras, y casualmente me acorde que tenías unas frutas escarchadas de esas que nadie se come, pues ya está para el pudin, todo pasado por la batidora y al horno.


Increible pero cierto... ¡qué bueno!, por fin me ha salido algo bueno, ya no queda nada.







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