Fue la etapa más larga pues salimos de Génova, como siempre muy pronto e hicimos un par de paradas en áreas de descanso pues una vez puesto en viaje no quisimos dejar la autopista. La primera parada fue cerca de Marsella y la segunda no sé exactamente cerca de qué, pero si me acuerdo del nombre, Laçon de la Provence, para mí una super área de servicio, había gente sin conocimiento (no porque fueran tontos, sino por la cantidad, esto es una aclaración mía), vamos jamás se me hubiera ocurrido pensar por ejemplo que además de tiendas, máquinas expendedoras de todo lo que puedas imaginar, restaurantes, etc., haya duchas, allí en medio de ninguna parte.
Bueno, después de un porrón de horas llegamos por fin a nuestro destino, que yo la verdad no las tenía todas conmigo, pues un hotel de carretera, y que no se puede fumar en todo el recinto no era la mejor opción que se pueda imaginar,...pero, si estaba en carretera, pero estaba bien, y muy muy importante, con cenicero en la puerta de la habitación. Por su situación está claro que no había nada que ver, así una vez hecho un pequeño descanso y al pueblo..., la ida fue muy fácil, una rotonda..., todo recto, otra rotonda..., todo recto, y así sucesibamente siempre dirección "centro ciudad", claro esto a la ida, porque a la vuelta...¿qué?... pues con tanta rotonda y que ninguno nos habíamos fijado por donde habíamos ido, nos perdimos, yo no decía nada porque había sido idea mía ir de excursión pero os podéis imaginar a Adán y a Miguel Ángel... mejor no transcribiré sus comentarios...
Así que una vez que nos vimos en el hotel ya no se me ocurrió hacer ninguna sugerencia y me limité a tomar algún café y a salir al jardín.
Y ya os podéis imaginar, a dormir que mañana nos espera nuestra casita.
El teatro y una iglesia de Bèziers
La Catedral por fuera, por dentro y los alrededores (vistos desde la torre, donde, ¿cómo no iba a subir?
¿y esto...?, pues eso, el chiringuito, que para eso estaban en fiestas.
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